Información de Proceso.
PUEBLA, Pue. (apro).- Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la coalición “Juntos haremos historia”, señaló que sus últimas declaraciones nada tienen que ver con un pacto o acuerdo político con el gobierno de Enrique Peña Nieto para asegurar su triunfo electoral.
Entrevistado después de una reunión que sostuvo con empresarios poblanos, el tabasqueño dijo que jamás haría ese tipo de convenios, y aseguró que esas negociaciones más bien son prácticas del PAN y de su candidato Ricardo Anaya.
“Yo no hago esos acuerdos, los que hacen esos acuerdos son los del PAN, es cosa nada más de preguntarle a Anaya cuántas veces se ha reunido con Peña en lo oscurito”, respondió a la pregunta de si sus mensajes más recientes hacia el presidente de la República representaban “un guiño” o un intento de pactar con su gobierno y el PRI.
“No, no hay tal, lo que hay es el deseo de que se lleve a cabo el cambio pacífico, ordenado, sin violencia, que no haya fraude electoral, que se respete el voto”, recalcó.
El exjefe de gobierno recordó que el pasado lunes 5 Peña Nieto declaró que no iba a intervenir en la elección presidencial, y en respuesta a eso él dijo que estaba de acuerdo y que se necesitaba ese compromiso para que haya democracia en México.
López Obrador insistió que los pactos sólo los hacen los del “PRIAN”, y lanzó un reto al candidato de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC): “Me gustaría que Anaya dijera cuántas veces se ha entrevistado con Peña Nieto y por qué se pelearon”.
En su caso, afirmó que desde que Peña Nieto asumió la Presidencia, nunca ha tenido una reunión con él. “Lo vi dos veces en los debates, pero ya como presidente no lo he vuelto a ver”, aseguró.
Pero Anaya, agregó, sí ha tenido tratos con el gobierno priista, e insistió: “Que aclare por qué fue el pleito”.
Añadió: “¿Por qué está diciendo ahora que lo va a meter a la cárcel, si eran amigos, si pertenecen al mismo grupo? Sería bueno que aclaren cuál fue la relación que tuvieron los secretarios de Hacienda con Anaya, qué hizo (Luis) Videgaray con Anaya, qué hizo (José Antonio) Meade con Anaya, cómo se comportó Anaya cuando el reparto de los moches”.
Los ataques que hace ahora el gobierno de Peña Nieto contra Anaya, precisó, son “muy parecidos” a lo que hicieron con Josefina Vázquez Mota, que le dieron mil millones de pesos para su fundación y luego ellos mismos filtraron la información para afectarla.
Se le cuestionó si el mensaje de “amor y paz” que promueve significaba impunidad para la corrupción en el actual sexenio.
“No, de ninguna manera, vamos a terminar con la corrupción y la impunidad”, respondió.
–Pero si gana, ¿va a investigar a Peña Nieto? –se le insistió.
“Nosotros vamos a aplicar la ley, no vamos a actuar con afanes de venganza, no es mi fuerte la venganza. Justicia, no venganza. No tengo la necesidad de legitimarme con actos espectaculares. No soy Salinas que metió a la cárcel a ‘La Quina’ para legitimarse. No soy Calderón, que como no ganó la elección, le tuvo que dar a lo tonto un garrotazo al avispero, le declara la guerra al narcotráfico y nos mete en esta situación que estamos padeciendo y convirtió a México en un cementerio.
Prosiguió: “Yo lo que yo estoy planteando es que tenemos que sacar adelante a México, que no haya corrupción, que no haya impunidad, y ver al futuro, no quedarnos anclados en esta tremenda realidad que estamos padeciendo, sino buscar que las cosas mejoren”.
Recalcó que decir que va a meter a Peña a la cárcel, como lo hace Anaya, es “demagogia”, pues el panista no ha dicho el procedimiento jurídico que usará para cumplir con eso.
En cuanto a la elección por la gubernatura, aseveró que las últimas encuestas que se han hecho en Puebla colocan a Luis Miguel Barbosa –candidato de “Juntos haremos historia”– diez puntos por arriba de Martha Erika Alonso Hidalgo, esposa de Rafael Moreno Valle, abanderada de la coalición “Por Puebla al frente”.
Y también aseguró que en esta entidad las preferencias electorales a su favor están 20 puntos arriba de su más cercano oponente.
López Obrador se reunió a puerta cerrada con alrededor de 400 empresarios poblanos en el salón de un hotel en esta capital. Hubo algunas sorpresas, entre ellas la presencia de la diputada local por el PVEM Geraldine González, quien aseguró que sólo iba para escuchar el mensaje del candidato presidencial, pero que no cambiaría de partido.
También estuvieron empresarios locales como Emilio Maurer y los hermanos Jesús y Carlos Hugo López Chargoy, expropietarios del equipo de futbol Puebla, así como integrantes del Consejo de Organismos Empresariales (COE), además de la cantante poblana Edith Márquez, quién se negó a ser entrevistada. Fue notaria la ausencia de dirigentes de otras cúpulas empresariales.
Un exdirigente empresarial que pidió el anonimato reveló que en los últimos días operadores del exgobernador Rafael Moreno Valle se habían dedicado a hacer llamadas telefónicas para amenazar a algunos empresarios que fueron invitados a esta reunión, para advertirles que habría consecuencias si acudían.
De hecho, Morena intento mantener en reserva el lugar donde se realizaría el encuentro, e incluso de manejó información sobre otras sedes para evitar la presencia de la prensa.
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